El mal
malo,
no se
reconoce a sí mismo,
se auto-justifica,
se auto-razona,
se auto-defiende incluso del mismo mal,
se auto-excusa,
por medio de la arrogancia.
El mal
bueno,
se viste
de humildad,
se
reconoce y no se justifica,
no se
razona,
no se
defiende ante el bien,
y no se
excusa así mismo.
Un
Asclepios.
Antonio
Pastor L.
amigo del Ancestral Reunificador.
Vellisca,
.....horas del 21 marzo 2015.
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